Periodistas del diario El Deber, Radio Erbol, Agencia de Noticias Fides (ANF), el canal de televisión Bolivisión, entre otros, fueron agredidos durante marchas de protesta en las ciudades de La Paz y El Alto.

El periodista de El DeberMarco Antonio Huallpa, fue agredido por un manifestante cuando realizaba la cobertura de las protestas a la altura de las calles Yanacocha y Mercado, en el centro de La Paz.

Huallpa narró que se encontraba transmitiendo la gasificación de la policía; vio acercarse a una persona que se encontraba lanzando piedras a los efectivos del orden. Al percatarse que era grabado en video atacó al periodista. Sorpresivamente le propinó un golpe de puño, el teléfono con el que transmitía se estrelló contra la máscara antigás que tenía puesto el comunicador y logró resistir el ataque.

Pese al golpe el teléfono móvil aún funcionaba y Huallpa continuó la transmisión. Al finalizar la tarde el equipo dejó de funcionar.

El pasado 13 de noviembre, el periodista Miguel Ángel Soliz y el camarógrafo Alex Apaza de la Red Bolivisión sufrieron agresiones a la altura del peaje entre La Paz y El Alto mientras realizaban su trabajo informativo. Los manifestantes de la ciudad alteña lanzaron piedras; una de ellas impactó en la espalda del periodista que cayó de rodillas. Por temor a mayores agresiones, huyeron del lugar.

El 11 de noviembre, el periodista de ANFDavid Pizarro, fue víctima de agresiones y reiteradas intimidaciones por transmitir y grabar incidentes que se registraban en la ciudad de El Alto. El periodista también sufrió agresiones en el centro paceño durante su cobertura los últimos días.

El periódico digital Erbol denunció que su periodista fue obligada a suspender la grabación de video de una movilización que ingresó violentamente a instalaciones de la Línea Azul del Teleférico, en la zona de Río Seco (El Alto), el miércoles 13 de noviembre.

Amenazaron y cubrieron la cámara de la reportera afirmando que sus acciones no debían considerarse un acto de vandalismo, sólo una movilización política, mientras exigían su credencial. El medio prefirió guardar en reserva la identidad de la periodista agredida.