El nuevo ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, informó hoy (14.11.2019) que en distintas tareas policiales y militares desarrolladas en tres departamentos, se detectó la presencia de venezolanos, cubanos y otro integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en actividades de sedición en la crisis social que vivió el país.
A los cuatro venezolanos «los encontraron con armamento en la zona del Beni, han sido detenidos y trasladados a la Fiscalía y yo he dado la orden para que hagamos un operativo mañana y los traigamos a La Paz para presentarlos a la prensa nacional e internacional, eran gente que estaba conspirando contra el Gobierno boliviano», aseveró Murillo en entrevista con la cadena CNN.
En las tareas conjuntas desarrolladas entre las fuerzas policiales y militares en medio de la crisis social que vivió Bolivia, con la renuncia del Presidente Evo Morales, en esta semana se procedió a detener en la ciudad de El Alto a cuatro ciudadanos cubanos en posesión de más de 90 mil bolivianos en una mochila.
Mientras que, una incursión efectuada por ambas fuerzas combinadas en el municipio de Yapacani, al norte en el departamento de Santa Cruz, permitió descubrir que un integrante de las FARC estaba internado en un Hospital de la capital oriental con una herida grave provocado en en el enfrentamiento entre civiles el pasado 31 de octubre en el municipio de Montero donde murieron dos personas.
El ministro de Gobierno sospecha que existen más extranjeros que han estado «infiltrados» en las movilizaciones organizadas por el Movimiento al Socialismo (MAS), el partido del expresidente Evo Morales Ayma. Estas marchas derivaron en enfrentamientos violentos, con quemas de puestos policiales, saqueos de viviendas particulares, agresiones físicas con heridos y 8 fallecidos.
Ante estos antecedentes, el Gobierno de la nueva presidenta, Jeanine Áñez, ya les comunicó vía Cancillería a las embajadas de Cuba y Venezuela sobre estos graves casos de injerencia de sus ciudadanos en asuntos internos de Bolivias, actividad que habría sido protegida por el anterior gobierno de Evo Morales Ayma.
«Nuestra canciller Karen (Longaric) se ha comunicado con la embajada venezolana, se ha comunicado con la embajada cubana, pidiéndoles, ‘o trabajan por el bien de los bolivianos o sino los invitamos a irse’, sí quieren trabajar aquí nosotros les abrimos los brazos para todos. Hay muy buenos cubanos que están aquí muy bien los vamos a proteger, los vamos a cuidar. Venezolanos, americanos, lo que sea, pero a los que no vamos a permitir que estén en nuestro país son a los que estén haciendo sedición» aseveró Arturo Murillo.
La detención de estos súbditos extranjeros han ocurrido en el marco del conflicto social que ha enfrentado Bolivia tras descubrirse un fraude electoral supuestamente cometido por los vocales del Tribunal Supremo Electoral para beneficiar a una reelección ilegal del presidente Evo Morales, para lo que vendría a ser su cuarto mandato consecutivo, situación prohibida por el artículos 168 de la Constitución Política del Estado virtualmente refrendada en dos ocasiones por el pueblo boliviano.
El conflicto social terminó con la forzada renuncia del presidente Evo Morales Ayma, el vicepresidente Álvaro García Linera y sus colaboradores más cercanos y la posterior aprehensión y encarcelamiento de los miembros de los Tribunales Electorales del país. Por sucesión constitucional, la senadora Jeanine Añez del partido opositor Unidad Demócrata asumió la Presidencia de Bolivia.
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