Mediante una comunicación telefónica, el diputado opositor Amilcar Barral le dijo al exalcalde del Movimiento al Socialismo (MAS), Edgar Patana, recluido en la cárcel de San Pedro por corrupción, que podía darle «una manito», a cambio de 12 mil bolivianos, para que no lo trasladen a otro recinto penitenciario.
Según la declaración informativa del exalcalde del MAS al Ministerio Público del lunes 3 de junio el privado de libertad Kevin Marcelo M. B., lo interceptó en varias oportunidades, dentro de la cárcel de San Pedro, para indicarle que había una petición de informe escrito en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), y que dicha solicitud sería aprovechada para pedir su traslado a otra cárcel, aunque se podría «parar hablando».
«Luego, me vuelve a encontrar y me señala que puede hacer retirar la petición y me muestra el oficio donde se observa un sello de recepción, pero continúa diciendo que se podía parar», detalló en la declaración el reo de San Pedro.
Media hora después Kevin Marcelo M. B., volvió a interceptar a Patana y le mostró en su teléfono celular que el oficio había sido retirado, «aunque en la parte de abajo decía que se podía volver a abrir».
En la tarde, el recluso buscó por cuarta vez a Patana y le pidió que consiga 12.000 bolivianos para ese mismo día.
«Al oír esto yo le digo que no tenía ese monto de dinero (…) pero me insiste que yo sí o sí tenía que darle este monto de dinero (…) más tarde, este sujeto me presiona manifestando que iban a solicitar mi traslado a otro centro penitenciario», aseguró.
Patana le preguntó para quién era el dinero y Kevin Marcelo M. B., le manifestó que era para el diputado Amílcar Barral, por ello, al día siguiente denunció la extorsión ante el director departamental de Régimen Penitenciario, Ernesto Jorge Vergara Quiroga.
«Incluso el 3 de junio me hizo hablar (Kevin Marcelo M. B.) por su teléfono celular con este señor Barral (…) la conversación fue corta y puntual, él dijo que podía darme una manito pero que yo coordine con Kevin Marcelo M. B., entonces como reconocí la voz tomé la decisión de conversar con mis compañeros», dijo Patana, el exalcalde masista de El Alto.
«Nunca lo llamé (a Barral), si hablé con él fue por medio de este señor (Kevin Marcelo M. B.). El monto de dinero fue recolectado y ascendía a la suma de 8.000 bolivianos, fruto de una colecta de todos los compañeros de las diferentes secciones y este monto de dinero lo entrega mi persona en mano propia a ese señor», agregó.
En la declaración informativa del Director Departamental de Régimen Penitenciario, se conoció que Patana le informó que era extorsionado por el recluso y que dicho ilícito era dirigido por Amílcar Barral. Asimismo, le dijo que el 3 de junio (lunes) ya le había entregado 4.000 bolivianos para una persona externa al penal.
De acuerdo con la declaración informativa de Kevin Marcelo M. B., realizada el miércoles 5 de junio, éste confirmó que recogió el dinero de la celda de Édgar Patana a solicitud de Amílcar Barral.
«El monto de dinero no lo conté, pero éste no excedía de unos 6.000 bolivianos ya que eran fajos de 100 bolivianos», apuntó.
Luego indicó que entregó un sobre manila a Henry Marcelo Gonzales (asistente de Barral), quien fue aprehendido el martes por la tarde cuando salía del recinto carcelario con el sobre manila.
Gonzales fue a la oficina de Barral para entregarle el sobre, momento en el que ambos fueron aprehendidos por personal del Departamento de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI).
Dentro del sobre se halló 6.500 bolivianos, según las declaraciones, Kevin Marcelo M. B. cobró una comisión, por su trabajo de intermediario entre Patana y Barral, de 200 bolivianos de la primera entrega de 4.000 bolivianos, y de 1.500 bolivianos por el segundo pago de 8.000 bolivianos.
Ante las evidencias colectadas y las declaraciones de las cuatro personas involucradas, el Ministerio Público imputó al diputado opositor por la presunta comisión de los delitos de extorsión, cohecho pasivo propio y uso indebido de influencias, en tanto que su asistente, Henry Marcelo Gonzales Morales, por los mismos delitos en el grado de complicidad.
La Fiscalía solicitó la detención domiciliaria de Barral puesto que demostró la constitución de una familia, trabajo y domicilio, mientras que para su asistente se pidió su encarcelamiento en San Pedro.