En otro capitulo por controlar a los medios de comunicación y de limitar la libertad de expresión, hoy (22-08-2018) el presidente Evo Morales esgrimió su deseo de preparar una «ley contra la mentira» aplicable a los medios de comunicación y a los políticos.
«El Ama Sua, Ama Llulla, Ama Qhilla ya está constitucionalizado. Ya hicimos una ley contra la corrupción, estoy pesando tal vez hay que preparar una ley contra la mentira, cómo se sanciona al mentiroso, sea autoridad o sea medio de comunicación», señaló en un acto público desarrollado en Chuquisaca.
Para plantear este extremo Morales recurrió al argumento que, lo que él identifica como ‘derecha’ recurre a la mentira para confundir a la población.
Como parte de su estrategia de campaña política para intentar deslegitimar los resultados del referendo vinculante desarrollado el 21 de febrero del 2016, el partido de Evo Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS), acuña el termino “mentira” para negar todo el caso de corrupción encabezado por la Gabriela Zapata, con la que Morales mantuvo relación sentimental desde el año 2007, caso que estallo antes de que la población acudiera a emitir su voto a las urnas.
Evo Morales afirma que todo el caso de Gabriela Zapata esta basada en mentiras. Sin embargo el mismo Mandatario admitió en conferencia de prensa que si mantuvo relación sentimental con Zapata.
La mujer aseguró ante la opinión pública que era la madre del hijo de Evo Morales, y en las oficinas públicas, a las que acudía para conseguir contratos para la empresa CAMC, ella presentaba un certificado de nacimiento del niño que incluía la firma del presidente Morales.

El caso del hijo también fue admitido por Morales aunque aclaró que nunca lo había visto. Queda como evidencia de su supuesta existencia la partida de nacimiento que fue anulada mediante un proceso judicial en la gestión 2017.
A dos años del referendo vinculante en el que, el pueblo rechazó la modificación de la Constitución Política del Estado y en consecuencia la repostulación indefinida de Evo Morales, él plantea mediante la elaboración de la “ley de la mentira”, limitar las libertades constitucionales y derechos universales como la libertad de expresión.
En la legislación boliviana la mentira está tipificada como “falso testimonio” y el trabajo de los periodistas y los medios de comunicación están normada por la Ley de Imprenta.
Hoy el presidente volvió a recurrir a recurso político de acusar a la Embajada de Estados Unidos de seguir conspirando.
Morales manifestó que la última instrucción del Encargado de Negocios es que sus funcionarios consigan documentos o filmaciones para acusar al Gobierno.
Según Morales, la Embajada de EEUU pagará dinero a quienes les consigan información. Pidió tener cuidado a sus militantes que están en los gobiernos nacional y subnacionales.
Como antecedente del capítulo protagonizado hoy por el presidente Morales recordemos que el gobierno de Nicolás Maduro, en Noviembre del 2017, impulso en su Asamblea Constituyente una ley contra los “delitos de odio”.
La Asamblea Constituyente de Venezuela aprobó la denominada «Ley contra el Odio» que sanciona con cárcel de hasta de 20 años, así como el cierre de medios de comunicación y la inhabilitación de los partidos políticos que promuevan «el fascismo».
En esa ocasión, los medios de comunicación y las redes sociales quedaron bajo la lupa de la Ley de Convivencia y Contra la Intolerancia, presentada este martes por la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
«Hay que poner fuertes sanciones en delitos de odio e intolerancia», advirtió Delcy Rodríguez, presidenta de la ANC, quien avisó que el arrepentimiento de quienes incurran en estos «crímenes» no los exonerará de las penas, que por el contrario recomendó aumentar.
A su vez adelantó que pudieran imponer sanciones a empresas como Twitter o Instagram en caso de que no borren publicaciones que el gobierno considere de odio o intolerancia.
Durante el debate, en el que participaron varios constituyentes, aseveraron que es necesario regular la emisión de mensajes en redes sociales. Incluso Esther Quiaro asomó la posibilidad de moderar cadenas de WhatsApp. «Por ahí pasaban mensajes acusando a ciudadanos por ser chavistas», expresó.
En una tónica similar se manifestó Elvis Amoroso, vicepresidente de la ANC, quien remató: «La prensa y las redes promocionan el odio entre venezolanos».