Después de una agonía de dos años y medio, ayer 20 de junio finalmente el cáncer derrotó a Teodosia Sonko de 53 años de edad, ella perdió la batalla.

La familia lamentó que Teodosia haya partido a la otra vida sin ver justicia contra la red de médicos del Hospital de Clínicas de La Paz que la estafó el año 2017.

El esposo de Teodosia, Valeriano Ruffo dijo: «Ella se fue y me ha dejado en llanto, con pena. Yo pido justicia, que se haga justicia pido a la fiscal, al juez que están a cargo del caso. El doctor responsable esta con arresto domiciliario, queremos que este mal médico pague su culpa en prisión”, aseveró.

“No vivimos aquí, de eso se ha aprovechado este mal médico, nos ha visto que somos gente del campo, por eso nos ha hecho esto. Si hubiera sido otra gente ‘importante’, autoridades nacionales, funcionarios, diputados, él estaría preso, pero como se trata de gente humilde, del campo, con qué favoritismo esta fuera del penal», declaró Valeriano Ruffo según el diario Página Siete. 

Resumen de una cronología anunciada

Teodosia fue madre de cinco hijos, vivía en el poblado de La Asunta de los Yungas de La Paz. A mediados del 2017, cuando llegó a la ciudad de La Paz descubrió que padecía cáncer de vesícula y pensó que lo mejor era recibir tratamiento en una clínica privada con un buen especialista y no en un hospital público.

Ante esta realidad de los hospitales estatales bolivianos, ella acudió donde el oncólogo radioterapeuta Aldo Quino, quien le ofreció curar su cáncer con radioterapia en un equipo moderno, tratamiento que le costaría 12 mil Bs, dijo.

En septiembre de 2017, Teodosia y su familia lograron reunir 4 mil Bs., sin embargo fue citada a la Unidad de Radioterapia del Hospital de Clínicas, centro de salud estatal, para iniciar el tratamiento, y no en un moderno equipo de tratamiento.

En septiembre de 2017, Teodosia y su familia lograron reunir 4 mil Bs., así fue citada a la Unidad de Radioterapia del Hospital de Clínicas para iniciar el tratamiento. Ella no pensó que aquello era un servicio público pues el personal que la atendía era amable y no la hacían esperar.

Teodosia, luego de unos días pagó otros 4 mil Bs., le faltaba un poco más para completar el costo de su tratamiento. Teodosia contó que ella era separada de los otros pacientes que esperaban para recibir su tratamiento, el personal no dejaba que hablara con los demás, pero después de un tiempo logró conversar con algunas pacientes, así supo que el tratamiento no costaba lo que ella pagó, el costo era menos de 4 mil Bs. y si acudía a trabajo social podía tener un descuento y es que estaba en un hospital público.

Cuando finalizó el tratamiento ella no pudo conseguir el dinero que le faltaba pagar, le imploró al médico tratante que le rebajará ya que ella había pagado 8 mil Bs., más de la mitad de los 12 mil que le pidió. El Dr. Quino le dijo que completará el dinero faltante porque se debía pagar a las personas que la atendieron en la unidad y hasta que no hiciera eso no le daría su informe médico.

Desde noviembre de 2017, Teodosia solicitó en reiteradas oportunidades al oncólogo radioterapeuta, Dr. Aldo Quino, que le diera su informe médico, pues para hacer sus controles con otros especialistas necesitaba aquel documento, además se había dado cuenta que lo pagado al doctor y sus cómplices no era correcto, que ellos se había aprovechado de su esperanza de vivir. Denunció ante el Hospital de Clínicas, ante el SEDES-La Paz, estuvo 5 meses en espera de una respuesta que nunca llegaba.

En el mes de abril de 2018 salió a la luz una cruel realidad: el cáncer es un negocio del que muchos mercaderes viven muy bien porque saben que sus víctimas, los pacientes con cáncer y sus familias, son capaces de darlo todo, hasta lo que no tienen, por menos dolor y más tiempo de vida.

El caso de Teodosia Sonko fue quien destapó la red de corrupción y tráfico de pacientes en la Unidad de Radioterapia del Hospital de Clínicas del Departamento de La Paz, lo que luego permitió saber que esto también sucedía en el Hospital Obrero.

En abril de 2018 acudió a la Asociación de Personas con Cáncer y Familiares, que la animamos a denunciar públicamente y seguir un proceso judicial. Teodosia y su familia decidieron denunciar ante la justicia pública y con valentía asumieron un proceso largo para que se haga justicia. Ella no quería que lo que pasó le sucediera a otros pacientes, pues no era justo que hubieran médicos que se estuvieran enriqueciendo a costa de pacientes con cáncer.

En ese mes Teodosia y su abogada denunciaron las irregularidades en la unidad de Radioterapia del nosocomio miraflorino. El oncólogo fue procesado, junto a sus cómplices y enviado a la cárcel.

A principios de 2019 el oncólogo radioterapeuta Aldo Quino, el cabecilla de la red de corrupción y tráfico de pacientes, fue favorecido con detención domiciliaria, hecho que nos indignó profundamente.

En abril de 2019 se hizo una reconstrucción del caso en el Hospital de Clínicas, después de lo cual la fiscal del caso debía emitir una resolución para determinar si existe acusación formal contra el oncólogo radioterapeuta y sus cómplices, mientras la salud de Teodosia empeoraba.

En el mes de mayo de 2019, Teodosia se puso muy mal, sentía mucho dolor en su cuerpo, tuvo que ser internada de emergencia en el Gastroenterológico. Después de una serie de exámenes se supo que el cáncer había hecho metástasis en hígado y pulmones, se había expandido a órganos vitales.

Ayer 20 de junio de 2019, Teodosia Sonko falleció sin haber visto que se haya hecho justicia ante su denuncia. El esposo de Teodosia, Valeriano Ruffo dijo: «Ella se fue y me ha dejado en llanto, con pena. Yo pido justicia, que se haga justicia pido a la fiscal, al juez que están a cargo del caso. El doctor responsable esta con arresto domiciliario, queremos que este mal médico pague su culpa en prisión”, dijo.

Teodosia es velada y será enterrada en su tierra natal de la localidad San José de Pasto Pata, Provincia Sud Yungas.

La Asociación de Pacientes con Cáncer también se suma al pedido y pide sanción contra las personas que atentaron contra la salud de Teodosia y otros dos enfermos que también fallecieron.

«Pedimos justicia en memoria de Teodosia Sonko, Alfredo Saavedra y Eulogia Cabrera, pacientes con cáncer que fueron víctimas de los mercaderes del cáncer y que se animaron a denunciar. Teodosia, gracias por luchar con valentía contra la corrupción de la que fuiste víctima, gracias por no callar, gracias por pedir en voz alta ¡justicia!»señala un comunicado de la organización.

Teodosia Sonko perdió la batalla contra el cáncer abandonada de la mano deL Estado Boliviano.