El presidente Evo Morales y sus ministros hablan de la presencia de colombianos y peruanos en tareas de asesoramiento en la región de La Asunta.
En el caso de Morales, él dijo en conferencia de prensa que, no pueden haber grupos armados en el país, sin embargo admitió que la presencia de colombianos y peruanos no está demostrado, que no hay pruebas, sin embargo su gobierno envió a esa región policías de élite que se cobraron la vida de dos cocaleros, uno de ellos formaba parte de una asociación de árbitros y el otro procedente de el Norte de Potosí.
«No esta demostrado pero las familias, los compañeros de base habían informado que que han venido peruanos y colombianos a asesorar, habría que ver eso y es nuestra obligación tener el control correspondiente», especuló Morales en conferencia de prensa en Palacio de gobierno de La Paz.
El mandatario intento justificarse refiriéndose a los caso del narcotráfico y la producción de coca excedentaria de Colombia, que tiene otra realidad muy distinta a la boliviana; Colombia fue víctima de la guerrilla y el narcotráfico por casi medio siglo.
Evo Morales dice -no sabemos si es cierto- que por unas cuantas familias de La Asunta se está generando violencia en La Asunta, también dice que el lugar de conflicto no pertenece a la zona de cultivo tradicional de la hoja de coca.
«Cuba, Venezuela, han dado todo un apoyo, Cuba en especial a (Juan Manuel) Santos para acabar con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), han intentado cómo acabar con ese conflicto de 50 años. Y ¿tener conflicto armado por familias que tienen 6 o 5 hectáreas de coca, que no es una zona tradicional y está en la frontera con Alto Beni?, se preguntó el mandatario delante de los periodistas. «Ahora compañeros de base están informando, hoy día el ministro de Gobierno (Carlos Romero) está en La Asunta para escuchar la verdad y están reduciendo, siguen reduciendo» la hoja de coca, dijo Morales.
Funcionarios de gobierno como el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, acusaron a la La Asunta de la presencia de «grupos armados», sin mostrar ninguna prueba.
El director de la fuerza antidroga, coronel Marco Ibáñez, aseguró que en fecha 31 de julio se encontró una poza de maceración y en agosto una fábrica de cocaína, Pero no mostró ninguna prueba o evidencia que sustente sus declaraciones, como lo realizaron en otros casos.
Sobre el «manejo del conflicto» que hace el gobierno de Evo Morales, además máximo dirigente de los cocaleros del Chapare, el coronel de ejército en retiro Jorge Santiesteban, aseguró en radio Erbol, que todos estos argumentos del gobierno solo son inventos para anular a los dirigentes cocaleros de Los Yungas.
«Yo confirmo mi teoría de que esta es una historia ficticia para perseguir a los dirigentes. Yo descarto la presencia de grupos irregulares porque caso contrario aquí hay no solamente negligencia, sino incumplimiento de deberes por parte de las Fuerzas Armadas que deberían estar operando en el lugar de los hechos para desbaratar un grupo de esta naturaleza», aseguró en una entrevista efectuada el martes en dicha radio.
¿Quién es Jorge Santiesteban?
El año 1998, el coronel Santiesteban estuvo por varios meses en comisión como comandante de una agrupación táctica de erradicación de coca en el Chapare. En la actualidad, es asesor perito de la defensa jurídica del presidente de la Asociación de Productores de Coca de los Yungas de La Paz (ADEPCOCA), Franclin Gutiérrez, procesado por los hechos de violencia en los Yungas.
Ante las especulaciones del gobierno de Morales, los dirigentes de la Asociación de Productores de Coca de La Paz (Adepcoca) y del Consejo de Federaciones Campesinas de los Yungas (Cofecay) invitaron a las autoridades de Gobierno, a la prensa, comisión de Derechos Humanos a ingresar al sector para verificar la presencia de grupos irregulares o de las supuestas pozas de maceración de coca para elaboración de cocaína. Los dirigentes creen que el gobierno ofrece conferencias de presas para hablar de La Asunta desde la comodidad de sus escritorios.
Hasta el momento la arremetida gubernamental en Los Yungas ha dejado tres muertos y más de dos decenas de heridos.
El pasado 24 de agosto en una supuesta emboscada de los cocaleros a los efectivos de la Policía, falleció un teniente Daynor Sandoval, por una herida en una de las extremidades inferiores. Como causa de la muerte se estableció desangramiento. Algunos médicos no se explican, ¿cómo no le hicieron un «torniquete» para evitar el sangrado?, y ¿porqué no lo trasladaron a La Paz el helicóptero?
El 29 de agosto, en otro supuesta emboscada, dos cocaleros fueron asesinados por policías de élite que el gobierno envió a La Asunta y dos personas fueron detenidas supuestamente por portar armas.
Por la muerte del policía, el gobierno de Evo Morales inculpo con una gran cantidad de delitos, pese a no haber sido el autor de los disparos y pese a no haber estado en el lugar del hecho el líder Adepcoca, Franclin Gutiérrez, que fue encarcelado en San Pedro, por ser supuesto autor intelectual de la muerte del uniformado.