Hoy 22 de enero de 2020 concluyó la era de Evo Morales Ayma, con él autoexiliado en Argentina, con su partido el Movimiento al Socialismo (MAS) fracturado en ala conciliadora y otra ala radical, que usufructuó el Gobierno a lo largo de los últimos 14 años de Gobierno continúo.
Evo Morales Ayma llegó al Gobierno el 22 de enero de 2006 despertando gran expectativa en los sectores de la clase media y los sectores sociales populares, sin embargo la soberbia y la angurria de poder de él su circulo de personas privilegiadas con el poder, terminó aislándolo de la realidad social y política del país lo que le obligó a renuncia al cargo de Presidente de Bolivia dos meses y 11 días antes de la conclusión de su mandato, para huir a México.
Evo Morales Ayma, sin darse cuenta, repitió la actitud y los pasos seguidos el año 2003, por el entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, quien también se vio obligado a renunciar al cargo por la movilización popular que se reveló en su contra, para huir a Estados Unidos
El peor error cometido por Evo Morales Ayma fue intentar perpetuarse en el Gobierno pisoteando el artículo 168 de la Constitución Política del Estado (CPE) aprobada en su Gobierno y no respetar la voluntad del pueblo expresada en el referendo vinculante del 21 de febrero del año 2016.
El Movimiento al Socialismo ya no le pertenece más a Evo Morales Ayma tras su huida al extranjero. Los sindicatos, y grupos corporativos tomaron el control de este partido político desconociendo las decisiones e imposiciones a los que estaba acostumbrado el caudillo cocalero del Chapare cochabambino, hoy refugiado en la Argentina.
Militantes del MAS leales al expresidente Evo Morales que conforma el grupo radical del partido y diputados, senadores y dirigentes sociales conciliadores que forman el ala democrática de esta tienda política han estado en constantes pulsetas tras la renuncia del mandatario cocalero.
Desde el interior del MAS se niega la división del partido, sin embargo las manifestaciones que han surgido en los últimos meses en ambos bandos dice todo lo contrario. Por ejemplo, los legisladores del MAS del ala conciliadora celebran la ampliación de su mandato por un fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) mientras que el ala radical se aprestaba para boicotear la Ley de prorroga de mandato en la Asamblea Legislativa.
Productores de la hoja de coca y organizaciones sociales del Trópico de Cochabamba ratificaron sus manifestaciones y rechazaron la ampliación de mandatos después del 22 de enero, aunque en las últimas horas determinaron retroceder en sus planes.
El dirigente de la Federación de Chimoré y miembro de la directiva de las Seis Federaciones, Leonardo Loza, había manifestado que el sector realizará marchas y concentraciones en todo el país el día 22, recordando el aniversario del Estado Plurinacional, instituido durante el primer gobierno de Morales.
Aseguró que las movilizaciones serán pacíficas y no habrá bloqueos. En las concentraciones se determinará las acciones a seguir en rechazo a la ampliación de mandato, medida dispuesta la pasada semana por el Tribunal Constitucional.
Loza había instruido a los legisladores del MAS, que usen sus dos tercios en las cámaras de Diputados y Senadores, para rechazar la prórroga de mandato y no saquen adelante la ley que valida la prórroga, pero los asambleístas determinaron aprobar la norma, con lo que se garantiza que en Bolivia no habrá vacío de poder, tal cual ocurrió el 10 de noviembre de 2019, tras la renuncia de Evo Morales.
Pese a que Loza había advertido que se “entenderán orgánicamente” con los asambleístas del MAS que se nieguen a concluir su mandato este día 22. “No son niños, no son wawas, suficiente pedirles que el mandato de nuestros diputados y senadores concluye el 22 de enero de 2020”, enfatizó al aclarar que no piden la renuncia de los legisladores, sino que cumplan con lo acordado.
“Vamos a esperar la buena voluntad y el compromiso de nuestros asambleístas”, agregó al señalar que “orgánicamente nos vamos a entender” con quienes se mantengan en sus cargos, había amenazado Loza.
El miércoles pasado, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Choque (MAS), anunció que no renunciará a su cargo y atribuyó tal decisión a una postura personal.
“Yo no voy a renunciar, tengo un compromiso con mi país. No tengo ninguna instructiva de nadie, yo soy Sergio Choque y yo me obedezco solo y ante Dios”, manifestó.
En La Paz también se ratificó el inicio de movilizaciones pacíficas con los mismos argumentos, informó el coordinador del MAS allí, Joaquín Arancibia.
«Ya termina al gestión de todos incluyendo diputados y senadores, también la actual presidenta. Entonces, en un ampliado en Huanuni, hemos decidido que vamos a salir a las calles en una marcha pacífica porque ya termina el mandato de la actual presidenta», sostuvo al aclarar que el llamado a movilizaciones de ninguna manera quiere decir cometer actos de sedición, como señaló el Gobierno.
«Estamos en vigilia pacifica, estamos en vigilia permanente y la actual Presidenta debe irse», insistió Arancibia. Aunque posteriormente todos retrocedieron en sus anuncios radicales.
Según el senador Omar Aguilar, la caída de Evo Morales y el MAS al cabo de 14 años continuos en el Gobierno obedeció a las malas decisiones tomadas por el exmandatario y su entorno constituido por ministros, viceministros y asesores.
El asambleísta del MAS reprocho a Morales la no toma de decisiones oportunas, extemporaneas y confiadas frente a las reacciones del pueblo boliviano, encabezadas por los comités cívicos, los jóvenes universitarios y la clase media boliviana.
Sin embargo, la actitud y las acciones de Evo Morales no han cambiado frente a la coyuntura electoral que corre en Bolivia. La última elección a dedo de los candidatos presidenciales que participaran de la contienda electoral del 3 de mayo, ha fracturado más al Movimiento al Socialismo.
Es así que las mujeres Bartolinas, los interculturales, los campesinos y la Central Obrera Boliviana (COB) rechazan y contradicen la decisión de Evo Morales de designar a Luis Arce como candidato a la Presidencia de Bolivia en representación del MAS.
Los representantes de estas organizaciones calificaron esa decisión de “traición” a las organizaciones sociales, y exigen que se respete la nominación de David Choquehuanca como presidenciable del partido azul.
Es ante esa realidad que el jueves será el día «D» para el futuro electoral del MAS, cuyas sindicatos han convocado a una reunión definitoria en la ciudad de El Alto.
Es así como termina la era Evo Morales, manchada por denuncias de corrupción, despilfarro de recursos estatales y mentiras en 14 años; con su principal caudillo refugiado en el Argentina y con sus militantes fracturados en el bando de los radicales y el ala conciliadora.
Muchos de sus militantes han huido del país, contra quienes pesan mandamientos de aprehensión emitidas por la justicia boliviana y procesos judiciales por terrorismo y desfalcos millonarios.