El Tribunal de Sentencia Tercero de Cochabamba determinó condenar a 25 años de cárcel al ex sacerdote, Javier Temo Oliva, por el delito de violación de infante desde que tenía 11 años, cuya pena deberá cumplir en la cárcel de El Abra.

«Durante la audiencia el Ministerio Público presentó la pericia psicológica donde la víctima reconoce al acusado como su agresor. Él llamaba al agresor tío porque la familia tenía mucha confianza en el acusado, además porque era sacerdote, incluso se quedaba en la casa del niño donde cometía el delito», informó la fiscal del caso, según un boletín del Ministerio Público.

De acuerdo a las investigaciones, el niño callaba los vejámenes de los que era víctima, debido a que el ex sacerdote le regalaba juguetes y le decía que era un juego entre ellos y que no debía contarle a nadie.

El hecho de abuso sexual se suscitó en el municipio de Cercado, Cochabamba, desde el año 2013, cuando la víctima contaba con 11 años de edad, mismo que relató que conoció a Temo Oliva, porque era muy amigo de la familia y celebraba misas en una iglesia cerca del centro de la ciudad.

El testimonio del menor señala que en algunas ocasiones cuando el acusado se quedaba a dormir en su casa compartían la cama, momento en el que el ex sacerdote aprovechaba para cometer los abusos sexuales o en ausencia de los padres.

El menor cansado de los abusos, a fines del año 2014, decidió contar lo que le sucedía a sus padres, quienes luego procedieron a realizar la denuncia con lo que el agresor fue aprehendido.

El autor del hecho que deberá cumplir sentencia en el penal de El Abra, también fue expulsado de la iglesia católica debido a que además tenía una esposa y un hijo.