Noticias de Bolivia. La presidenta, Jeanine Áñez, reveló hoy (28.02.2020) que existen reportes de Inteligencia de la Policía Boliviana e internacional, que dan cuenta de la presencia en Bolivia de grupos criminales del narcotráfico de Brasil, México, Rusia, Perú y Colombia.

«Dada la permisibilidad del anterior gobierno, Bolivia se ha convertido, no solo en país de tránsito, sino aquí se han construido redes, donde operan un complejo grupo de organizaciones criminales vinculadas al tráfico de drogas», aseveró Áñez en acto oficial desarrollado en Santa Cruz.

La Presidenta mencionó al Primer Comando de la Capital o el Comando de Vermelho de Brasil, cárteles de Sinaloa y Los Zetas de México, Sendero Luminoso de Perú, mafias rusas e incluso se tiene información de la presencia de elementos residuales de grupos paramilitares como las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) de Colombia.

«Nuestro sistema de Inteligencia nacional y la comunidad de Inteligencia internacional han podido identificar como el Primer Comando de la Capital y Comando de Vermelho de Brasil, la federación de Sinaloa y Los Zetas de México, Sendero Luminoso de Perú e incluso mafias rusas», dijo.

«También se tiene información de la presencia de actores como el Cártel del Norte del Valle, diversos grupos paramilitares devenidos en bandas criminales, entre ellos, las Autodefensas Campesinas del Casanare y elementos residuales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, estamos hablando también de las FARC», aseguró Áñez. 

La mandataria boliviana realizó esas declaraciones durante el acto del lanzamiento oficial de la estrategia «Unidos, libres de drogas», que se efectuó en predios del Consejo Nacional de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Drogas (CONALTID) de la ciudad de Santa Cruz.

Áñez aseguró que su Gobierno no dejará un solo santuario, espacio de territorio, para la realización de las actividades vinculadas al narcotráfico y muestra de ello es que se ha realizado una lucha frontal contra ese ilícito para afectar las estructuras de poder de las organizaciones criminales, que pasaron desapercibidas para el gobierno de Evo Morales.

«El Gobierno que presido ha anunciado, pero sobre todo ha demostrado con acciones que no vamos a dejar ni un solo santuario para el narcotráfico», manifestó Áñez en dicho acto, al referirse a los seis grupos criminales que han operado en territorio boliviano en la anterior gestión gubernamental.

Dijo que la batalla frontal que se ha realizado contra el narcotráfico, tiene el objetivo de dar tranquilidad y seguridad a todas las familias bolivianas.

La presidenta aseveró que el narcotráfico es un negocio multimillonario que afecta a todos los niveles de la sociedad y se convierte en una amenaza para la seguridad ciudadana, la salud pública y el desarrollo del país, por eso hay la necesidad de aprobar políticas integrales y equilibradas para enfrentar ese ilícito.

Denunció que en los 14 años de Gobierno de Morales hubo permisividad en el tema de las drogas, al punto de convertir a Bolivia no solo en un país tránsito de droga, sino en un lugar donde operan redes vinculadas a organizaciones criminales internacionales.

Para la mandataria, los reportes de Inteligencia sobre grupos criminales internacionales hace ver que el anterior Gobierno (de Evo Morales), permitió que el narcotráfico opere en el país y no se actuó contra esos grupos criminales, que incluso estuvieron a punto de afectar la unidad del país.

La jefa de Estado señaló que en su Gobierno se inició una lucha frontal contra las drogas con una nueva estrategia, y muestra clara de ello es que en tres meses se decomisó más de 25 toneladas de sustancias ilícitas, se destruyó 138 factorías y laboratorios de droga y se detuvo a 779 personas vinculadas al narcotráfico.

«La nueva estrategia de drogas de Bolivia se diferencia en su enfoque, porque busca mitigar las consecuencias sociales, económicas, ilegales, en las que están inmersas poblaciones vulnerables y afectar el poder del crimen organizado y sus derivaciones vinculadas directamente al narcotráfico, las que requieren un tratamiento firme», afirmó.

Por su parte, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, refirió que el Gobierno actual heredó un «narcoestado» con grandes daños al medio ambiente y a la seguridad ciudadana.

Responsabilizó a Evo Morales y su entorno por contaminar las fronteras del país con el narcotráfico, que no solo está en el Chapare, sino que se expandió hacía Yapacani (Santa Cruz), Beni, Cochabamba y en el altiplano boliviano.

Dijo que frente a ese panorama es que el actual Gobierno de la presidenta Jeanine Áñez ha iniciado la lucha contra el narcotráfico, sin miedo y sin pausa con el objetivo de «arrinconar» a quienes incurran en este ilícito.