El régimen de Nicolás Maduro aprobó quitar la inmunidad parlamentaria al presidente de la Asamblea Nacional y autoproclamado presidente de Venezuela interino, Juan Guaidó.
La Asamblea Nacional Constituyente conformada por los seguidores de Maduro, despojó de su inmunidad a Guaidó, con la intención de enjuiciarlo penalmente.
“Queda autorizada formalmente la continuación del juicio y que nuestra justicia, de acuerdo a la Constitución y a la ley, se encargue de aplicarle los mecanismos previstos en los distintos códigos procesales penales”, afirmó Diosdado Cabello, presidente de la irregular Asamblea Constituyente chavista.
En los pasados días el Tribunal Supremo de Justicia a cargo de Maikel Moreno, subordinado al régimen de Maduro había ordenado quitar la inmunidad de Guaidó con el argumento de que había infringido el arraigo que había dispuesto en su contra.
«Se le solicitará al presidente de la Asamblea Nacional Constituyente a que se proceda al allanamiento de la inmunidad parlamentaria de Juan Guaidó por violar las medidas impuestas por el tribunal» declaró Maikel Moreno, presidente del Máximo Tribunal.
El intento de despojar de su inmunidad a Guaidó, es otra de las tareas asumidas por el régimen de Nicolás Maduro, por quitarse de encima a un opositor que ha movido a Venezuela y que reivindica un cambio de Gobierno.
La Asamblea Constituyente chavista fue instaurada en Caracas para anular la mayoría opositora con la que Maduro no pudo lidiar en la Asamblea Nacional, instancia legislativa conformada en elecciones legitimas y legales.
Juan Guaidó advirtió a Maduro con una reacción mayor de los venezolanos de los países que lo reconocieron, en caso de que el régimen chavista lo detenga o ponga en riesgo su integridad física.
Guaidó nanifestó que la decisión de la Asamblea Constituyente chavista no hará ninguna diferencia, porque él cuando comenzó su lucha no tenía inmunidad siendo parte del movimiento universitario. Agregó que son cientos de sus compañeros que fueron detenidos y eso no detuvo la causa.
Señaló que si es secuestrado habrá un costo político para el “régimen”, que enfrentará no sólo al movimiento en las calles, sino también responderá ante 60 países que lo reconocen como presidente encargado.
Pidió que se siga con las manifestaciones en las calles, en especial el 6 de abril. Dijo que al chavismo le encantaría ya tenerlo preso, pero no lo hizo por la reacción de la gente.