El Tribunal Primero de Sentencia Anticorrupción de La Paz, presidido por el abogado German Ramos Mamani y secundado por Marco Vargas y Liz Avilés, dictó sentencia condenatoria de 10 años de cárcel en juicio ordinario para la ex Presidenta de Bolivia, Jeanine Añez.
La sentencia fue emitida en el marco del caso basado en la teoría de un golpe de Estado, supuestamente ocurrido después de la renuncia a la Presidencia de Evo Morales Ayma el domingo 10 de noviembre de 2019 y su posterior huida a México en un avión militar de ese país.
Los fiscales a la cabeza de Juan Lanchipa, Omar Mejillones entre otros, acusaron a la ex Mandataria transitoria de la supuesta comisión de los delitos de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución cuando asumió la Presidencia de Bolivia el martes 12 de noviembre de 2019.
«En los referidos ilícitos condenándolos a la pena privativa de libertad de 10 años a cumplir en el centro penitenciario de San Pedro de La Paz y en el Centro de Orientación Femenina de Miraflores respectivamente a partir de la fecha hasta el 10 de junio del 2032», dictó el juez German Ramos Mamani a las 21:00 horas de hoy viernes.
Jeanine Añez, los militares y policías juzgados en este caso denominado como «golpe de Estado II», fueron sentenciados en una audiencia virtual, de forma inédita en la historia judicial boliviana. La ex Presidenta escuchó la sentencia desde la cárcel de mujeres de Miraflores, donde se encuentra cautiva desde el mes de marzo del 2021.
En sus alegatos finales presentados hoy (10.06.2022) ante el Tribunal ordinario, la ex Presidenta Añez reivindicó su inocencia y denunció a los tres jueces por incurrir en un indebido proceso en su condición de ex Dignataria de Estado reconocida por la Asamblea Legislativa Plurinacional, al haber determinado mediante ley la prorroga de su mandato Presidencial.
«Ustedes miembros del Tribunal están juzgando a una mujer ex Presidenta inocente y creo que no van a olvidar mi cara ni todo lo que han hecho durante todo este tiempo», afirmó Áñez ante el juez que preside Tribunal, German Ramos Mamani y los jueces técnicos Marco Vargas y Liz Avilés.
«Yo dejo un legado para mis hijos, es un legado de compromiso para mi país porque Bolivia entera sabe de que yo soy inocente y que en su momento hice lo que tenía que hacer por el bien del país, por el bien de los bolivianos y por la pacificación de nuestra patria, jamás tuve la ambición de estar en la Presidencia, jamás la busqué», alegó Añez.
En el mes de octubre de 2019, la entonces senadora Jeanine Añez retornó a su tierra natal Beni, para participar allá de las movilizaciones populares que se habían generalizaron en toda Bolivia en contra de la reelección indefinida de Evo Morales Ayma.
En la ciudad de Trinidad, Añez no se imaginaba que la comisión conformada por la Iglesia Católica, Diplomáticos de la ONU y la Unión Europea y los representantes de los partidos políticos, incluidos los del Movimiento al Socialismo (MAS), reunidos en la Universidad Católica, barajaban su nombre para la sucesión constitucional en la Presidencia de Bolivia.
Así lo mostró en noviembre del 2019 la red Unitel, en la primera entrevista realizada a la senadora Jeanine Añez para recoger su primera impresión sobre la posibilidad de que ella sea elegida como la nueva Presidenta de Bolivia, tras la renuncia y huida a México de Evo Morales Ayma.
Dicha posibilidad se concretaría en la noche del martes 12 de noviembre del 2019, ante el vacío de poder provocado por la huida de Evo Morales y la renuncia colectiva del vicepresidente Álvaro García Linera y de los diputados y senadores del MAS habilitados para la sucesión Presidencial.
Esa noche de martes, el acto de posesión de Jeanine Añez en Palacio Quemado fue realizado completamente rodeado por su partido político los Demócratas y Unidad Nacional. Ahí estaban el senador Óscar Ortiz, Eliane Capobianco, Yerko Núñez, Carmen Eva Gonzales y otros.
Sin embargo el calvario sufrido por Añez desde el 13 de marzo del 2021, fecha en que fue detenida en Trinidad por el entonces coronel Jhonny Aguilera, fue enfrentado por ella completamente abandonada de los políticos que la empujaron a asumir la Presidencia. La única defensora visible en ese calvario de Añez fue su hija Carolina Ribera.
En su alegato final ante el Tribunal de Sentencia Anticorrupción Primero, Jeanine Áñez aseveró que consideró que sus ex ministros Óscar Ortiz y Eliane Capobianco no acudieron a declarar en este juicio ordinario «por cobardía o miedo». Oscar Ortiz, fue quien participó activamente en las reuniones dirigida por la Iglesia Católica y diplomáticos de organismos internacionales. En estas reuniones se determinó que Jeanine Añez podía asumir la Presidencia para pacificar el país.
“Por cobardía o por miedo (algunos no testificaron y) claro fue un alivio (para ellos) que el Tribunal diga: ‘no, no los podemos obligar porque estamos (afectando) sus derechos’”, manifestó Áñez. Sin embargo, el testimonio de Ortiz «era importante porque él estuvo en todos los escenarios» durante la crisis de 2019.
Porque él «se reunió con las parlamentarias del MAS, era importante que diga qué fue lo que conversaron en privado cuando lo llamaron las parlamentarias del MAS a una reunión privada; era importante que diga todo lo que sucedió en la Universidad Católica en los diálogos con todos los que facilitaron la pacificación del país; y era importante que diga qué fue lo que sucedió en el propio Órgano Legislativo», puntualizó.
Asimismo, remarcó que la participación de la ex diputada y ex ministra Capobianco, «también era importante» porque «ella se comunicaba con prestigiosos constitucionalistas del país para ver cómo podíamos salir del entuerto» en el que había dejado al país, Evo Morales y circulo de confianza más estrecho en noviembre de 2019.
La sentencia de hoy emitida por el Tribunal Primero de Sentencia Anticorrupción de La Paz fue apelado por los abogados defensores de la ex Presidenta Añez, porque ella desconoce la competencia de este Tribunal ordinario y reclama el juicio de responsabilidades en su condición de ex Dignataria de Estado.
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