En nuestro espacio de «Causa y Efecto» vamos a «desentrañar» la actitud del senador del Movimiento al Socialismo (MAS), Hilarión Padilla, que ayer jueves 29 de julio de 2021, sacó a lucir su machismo con la expresión manifestada en la Cámara de Senadores frente a la senadora de Comunidad Ciudadana (CC), Andrea Barrientos.
¿Qué hizo el senador Hilarión Padilla, del MAS?
El senador del Movimiento Al Socialismo (MAS) Hilarión Padilla en una sesión en el pleno del Senado dijo a su colega y jefa de la bancada de Comunidad Ciudadana (CC) Andrea Barrientos que no iba a «discutir» con “la hermana, porque es mujer”.
“Hermana senadora, creo a mí no me gusta discutir con señoras. Yo respeto a mi mamá (…) Entonces, no tengo por qué discutir con la hermana, porque al final es mujer. Yo no voy a pelear ¿ya?”, dijo Padilla. Esta expresión de Padilla denota superioridad sobre la mujer.
Para evitar dudas entre los incrédulos voy a compartir a continuación el video de Página Siete, con la desafortunada participación del senador del MAS, Hilarión Padilla.
En principio hay que definir las expresiones del senador del MAS, Hilarión Padilla, como machista, tal como ya lo hizo la senadora Andrea Barrientos. En este sector de «Causa y Efecto» vamos a desentrañar el fondo de la actitud de Padilla, más no justificarla.
Intentaré sacar a la luz el fondo de ese comportamiento basado en el antecedente histórico, social, cultural que ví hace más de 20 años atrás en el lado andino de Bolivia, no me consta sí esas manifestaciones han existido en lado oriental o sur y norte de nuestro país.
La expresión de Padilla ha sido parte de una mentalidad y manifestaciones culturales de una parte de los pobladores andinos bolivianos.
Recuerdo que algunas mujeres, en aymara, decían algo así, para rechazar la interpelación de un hombre: «K’eusa pachatawa, nayampi ch’axwiñataqui». El «k’eusa» es el marica en el mundo aymara y el «gay», según una definición publicada en el periódico de España, La Vanguardia.
La expresión de esa mujer aymara traducido al español sería algo así, más o menos: «seguramente debes ser un maricón para ponerte a discutir con una mujer». El tono en la que la mujer la expresaba era igual a aquella usada para recriminar a un hombre que se atrevía a discutir y refutar a una mujer. El tono era aquel usado para ridiculizar. Éstas manifestación eran comunes hace más de 20 años en el lado andino de Bolivia.
No sé si ustedes encuentran alguna similitud entre la manifestación del senador del MAS, Hilarión Padilla y la de esa mujer que se expresa en aymara para acallar los cuestionamientos de un hombre. A mi me hizo evocar esa manifestaciones machistas de hace más de 20 años atrás.
Desde esa época hasta hoy, en Bolivia «ha corrido mucha agua por el río»: llegó el Internet, se creó el Ombudsman, se creó la Ley 044, (aunque en el caso de Bolivia fue usado para perseguir políticamente), pero las personas hemos evolucionado, los que nos sorprendíamos por los logros de las mujeres, hoy ya no lo hacemos, sino lo observamos como un un hecho natural, aunque internamente en algunos casos nos emocionan, debo admitirlo.
Pero así como muchos hemos evolucionado, hay otros que se han mantenido en su estado natural, como el manifestado ayer por el senador del MAS, Hilarión Padilla. Qué queda, ¿sentir vergüenza ajena?, ¿sentir rechazo?. Solo queda continuar con la educación, solo queda reforzar los esfuerzos para concientizar con las noticias.
La actitud del «senador del MAS Hilarión Padilla», es reprochable tras más de dos décadas de evolución, y mucho más en el caso de un senador, quien tiene el trabajo de «le-gis-lar», elaborar leyes. ¿Acaso no se supone que un legislador, mínimamente, maneje, conozca, la normativa vigente en Bolivia?. La actitud del senador Hilarión Padilla se enmarca en las previsiones de la Constitución Política del Estado y la Ley 044, Ley contra el racismo y toda forma de discriminación, porque no se puede permitir que un hombre que ostenta circunstancialmente una senaturía, menosprecio a otra persona, por su condición de mujer.
Causa & Efecto es un espacio para reflexionar dialécticamente. Si encontramos la causa, también encontraremos la solución.
