En la ciudad de El Alto, el fin de semana un hombre asesinó por celos a su esposa, con un certero golpe en la cabeza, ocasionándole una muerte instantánea. 

Tras el crimen, el asesino se comunico con su hija para decir: «hija se me pasó la mano, he matado a tu madre». 

Este asesino, que dijo ser un militar, relató que el pasado sábado compartió bebidas alcohólicas con familiares y amigos en un domicilio de la avenida Chacaltaya, en la zona Alto Lima.

En esas circunstancias, este militar asesino inició un altercado con su esposa a consecuencia de sus celos, lo que terminó con la agresión a la mujer con un soporte de cemento de la sombrilla a la víctima, causándole la «explosión de la masa encefálica», lo que le ocasionó la muerte instantánea.

El caso fue atendido por la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) de El Alto al día siguiente del cruel asesinato. 

El militar del Ejército, José Antonio A.M., de 39 años, aceptó su culpa y fue sentenciado a 30 años de pena en la cárcel de Chonchocoro, por el delito de feminicidio de su esposa, Doris N.F. de 37 años, informó el lunes el fiscal, Carmelo Laura.

«El imputado aceptó su culpa y se sometió a juicio abreviado en el juzgado séptimo de Instrucción Cautelar de El Alto, por lo que se dictó la sentencia, sin derecho a indulto, y fue recluido en la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro», informó la representante del Ministerio Público.

La madre asesinada dejó en la orfandad a tres hijos, de los cuales, uno estudia en la universidad, otro cursa el nivel secundario y el tercero tiene dos años de edad. 

LA SEÑALES DE PELIGRO QUE DIO EL ASESINO 

Hoy la madre de la mujer asesinada relató que hace un año que no veía a su hija, porque el militar celosohabía prohibido a su esposa tener contacto con sus familiares: madre, padre y hermanos. 

Tras ese aislamiento de un año, hoy la madre y hermanas velan el cuerpo sin vida de Doris, que viene a ser una de las cerca a 60 mujeres bolivianas víctimas de feminicidio

GPA/ja