Hoy (12.06.2018) el presidente Evo Morales viaja a Rusia, donde el jueves se inaugura el Mundial de Fútbol.
El gobierno se esforzó en intentar justificar el viaje de Morales con el argumento de que va a suscribir acuerdos sobre hidrocarburos y la exportación de materia prima.
Sin embargo, todos los bolivianos saben que Morales es aficionado al fútbol y que no ha faltado a la inauguración de las dos últimas citas.
Otro aspecto común de estos viajes “apresurados” de Evo Morales es que, el Mandatario priorizó sus encuentros internacionales antes que liderar la solución de los conflictos internos, como ocurre en la actualidad con el caso del problema planteado por la Universidad Pública del El Alto (UPEA).
Evo viaja a Rusia dejando atrás y sin solución el conflicto de la UPEA, que en un principio condicionó el dialogo con el gobierno a la participación de Evo Morales, situación que fue rotundamente negada por los funcionarios subalternos.
El Mandatario inició este martes el viaje rumbo a Rusia, Holanda y China, países en los que permanecerá unos diez días.
«Es de conocimiento nacional e internacional este viaje a Rusia y China, se ha planificado anticipadamente para realizar acuerdos de inversión y convenios para la exportación de nuestros productos», indicó.
Debido a su larga ausencia, pues su retorno está previsto para el 21 de junio, Morales entregó el bastón presidencial al vicepresidente Álvaro García Linera, acto de transmisión de mando que se cumplió en el hangar presidencial de la ciudad de El Alto, minutos antes de su partida.
El jefe de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina, estima que el viaje de Morales a Rusia le costará al Estado boliviano más de dos millones de bolivianos, es decir unos 340.000 dólares.