La Policía mató en Los Yungas, a un árbitro viudo y a un padre de familia de 6 hijos del norte de Potosí
“Han sido identificados francotiradores en las serranías, los mismos que se encontraban en las alturas, lastimosamente se han procedido a ‘neutralización’ (matarlos), en legítima defensa, haciendo uso proporcional de la fuerza ante el ataque letal. Como consecuencia de estos hechos es lamentable comunicar el fallecimiento de dos personas, quienes portaban armas de fuego, logrando secuestrase en el lugar un fusil máuser calibre 7.62”, afirmaba en conferencia de prensa, el comandante de la Policía, Faustino Mendoza, el pasado miércoles, e referencia a los dos cocaleros fallecidos.
El Gobierno de Evo Morales habla de la presencia de «grupos irregulares armados», hasta de la presencia de ciudadanos colombianos.
Hoy se conoció que uno de los asesinados es Eliseo Choque Rojas de 31 años de Edad. Mientras que el segundo fallecido es Carlos Vega de 56 años de edad.
Ambos ciudadanos bolivianos fueron muertos en el sector de el puente de La Asunta, con disparos efectuados a gran distancia, así lo informó el dirigente de los cocaleros de Los Yungas, Freddy Quispe.
«De larga distancia ellos han disparado a nuestros hermanos. Nuestros hermanos estaban haciendo vigilia en el lugar del puente, anoche han venido acompañarme al velorio de mi hijo que sospechosamente ha muerto en el lugar de la Fuerza de Tarea Conjunta», relató el miércoles el dirigente cocalero.
Las víctimas fueron evacuadas en helicópteros desde La Asunta hasta la morgue de La Paz.
Los familiares arribaron a la Sede de Gobierno para recuperar a sus seres queridos e instalaron una capilla ardiente en la calle en inmediaciones de Adepcoca, en Villa Fátima, para velar a sus muertos.
En vida, Eliseo Choque Rojas se desempeñaba como árbitro y era integrante del Colegio de Árbitros de los Yungas.
Ayda Choque, hermana de Eliseo, relató que en el pasado inmediato él perdió a su esposa y cuidaba solo a su hija de ocho años de edad. La hermana lamentó que la policía haya matado a Eliceo y haya provocado la orfandad de la niña, que se quedó sin padre y madre.
«Como a un perro lo han matado», lamentó Ayda. Afirmó que su hermano recibió cuatro balazos y que su cabeza fue destrozada.
«A nuestro hermano Eliseo Choque lo han disparado en la cabeza, lo han hecho derramar su ceso ahí», así realizo su dramático relato el dirigente Freddy Quispe a radio Erbol el miércoles.
Ayda relató que Eliseo se vió obligado a migrar a La Asunta por la falta de empleos en Bolivia. En esta región se dedicaba al cultivo de coca desde hace cinco años aproximadamente.
La hermana del fallecido demando al gobierno de Evo Morales justicia, la identificación del asesino para que sea procesado en la justicia ordinaria.
En el caso de la niña huérfana espera que el gobierno se encargue de su manutención. Expresó acongojada que la familia de Choque vive en La Paz y que la menor está acostumbrada a estar en La Asunta.
Otro de los fallecidos es Carlos Vega, un padre de familia que deja en la orfandad a seis de sus hijos que viven en Potosí.
Según su hijo, Seviliano Vega, el fallecido era natural del municipio de Chayanta, de la provincia Rafael Bustillo, del norte de Potosí.
Carlos Vega tenía un terreno en La Asunta motivo por el que se constituía en esta región, ofreciendo sus servicios de agricultor.
Ahora los hijos lloran la muerte de su padre que será trasladado hasta su natal norte de Potosí para recibir cristiana sepultura.
El hijo Seviliano también demando justicia para su padre muerto con varios impactos de bala, según las propias versión del comandante de Faustino Mendoza, a manos de «grupos regulares» de la Policía.
El Hijo pidió justicia por la muerte de su padre y que se esclarezca, cómo es que fue alcanzado en la cabeza por la bala que segó su vida.
Estos dos ciudadanos bolivianos, padres de familia, que migraron a Los Yungas en busca de empleo, fueron considerados por las autoridades, como francotiradores que conformaba un «grupo irregular» integrada por 30 personas.