El presidente de Chile, Sebastián Piñera, concluyó la primera semana de Julio con el anunció de que su Gobierno determinó prohibir el ingreso migratorio de más de 100 venezolanos chavistas, aliados de Nicolás Maduro.
Tras el informe de la Alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, sobre la situación en Venezuela, Piñera anunció su decisión de prohibir el ingreso al país de un centenar de allegados al gobierno de Nicolás Maduro.
“Vamos a prohibir el ingreso de más de 100 personas que están directamente ligadas con la dictadura de Venezuela y con los crímenes que esta dictadura ha cometido”, afirmó el Mandatario chileno en conferencia de prensa.
Con esta acción, Chile se suma a los países sudamericanos que han impuesto sanciones a personas vinculadas al gobierno venezolano. En enero Colombia prohibió la entrada a más de 200 colaboradores de Maduro, mientras que Argentina le cerró las puertas a más de 400.
“Son personas que son parte del Gobierno venezolano y, por tanto, en nuestra opinión, son parte de la dictadura de Maduro y a esas personas no le vamos a permitir que ingresen a Chile”, agregó Piñera, sin dar más luces sobre de quiénes se trataba.
El mandatario, que sustituyó a Bachelet al frente del gobierno chileno, también instó a su antecesora a que entregue «todos los antecedentes y evidencias que sustentan el informe a la Corte Penal Internacional» y que solicite al Consejo de DDHH de la ONU la creación de una comisión permanente que «supervigile» el respeto de los derechos humanos en Venezuela.