El presidente del Comité Pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, denunció hoy (25.10.2019) que ha recibido tres llamadas de parte de enviados de Evo Morales, con la intención de fijar un “precio” a la movilización de los cruceños contra el fraude electora y acallar la protesta ciudadana y permitir una nueva investidura del candidato del MAS en gobierno.

“Hoy he recibido tres llamadas de distintas personas enviadas por el presidente Morales, poniendo precio a esta medida, poniendo precio a los intereses que yo como empresario tengo, para poder callar las voces del pueblo. Les preocupa Santa Cruz”, dijo Camacho en video publicado en su cuenta de Facebook.

Al respecto salió al paso el ministro de Gobierno, Carlos Romero, para decir que no hubo un intento de negociación con el presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, para frenar las protestas que desconocen la victoria del Movimiento Al Socialismo (MAS) por supuesto fraude electoral.

«Jamás el presidente Morales va a insinuar negociar con ningún dirigente en cualquier circunstancia y contexto», dijo en conferencia de prensa, funcionario de gobierno.

Según Fernando Camacho, esos enviados tenían el mensaje de que ya se está negociando con Cochabamba y La Paz, para que se mantengan en silencio y faciliten que Morales siga de presidente por cuarta ocasión consecutiva, situación prohibida por el artículo 168 de la Constitución Política de Bolivia.

“Lo único que le respondí es que el pueblo cruceño y el pueblo boliviano no tienen precio, no tiene precio su libertad, no tiene precio su democracia”, aseguro el líder cívico cruceño.

Camacho dijo que la única condición para levantar el paro es que se proceda a la segunda vuelta electoral. Aseguró que no negociará cana a espaldas de pueblo y si el presidente Morales quiere reunirse con él, será al pie del Cristo Redentor y delante de todos los cruceños.

En conferencia de prensa, Carlos Romero exigió a Camacho que diga qué personas la han llamado por teléfono, además que muestre las llamadas a la prensa para evidenciar sus versiones.

«Nosotros queremos exigir al señor Camacho que diga qué personas lo han llamado por teléfono, que muestre las llamadas, y que lo haga públicamente, que demuestre quiénes lo han llamado a nombre del presidente Evo Morales», demandó.

Bolivia concluyo una semana post electoral convulsionada por marchas de protestas, la realización de cabildos abiertos, la quema de varias oficinas de tribunales electorales departamentales, como un rechazo a un supuesto fraude electoral perpetrado por el Tribunal Supremo Electoral, a favor de Evo Morales Ayma.

Estas protestas fueron acompañadas por los pronunciamientos de los observadores de organismos internacionales (OEA, Unión Europea), que considera que en Bolivia se debería convoca a una segunda vuelta electoral para pacificar la convulsión social.

La población boliviana protagonizó los últimos cinco días diversas movilizaciones en casi todas las ciudad capitales cansada de que su voluntad sea burlada por segunda ves consecutiva, tras la votación en el referendo vinculante del 21 de febrero de 2016, que ya había rechazado la candidatura de Evo Morales Ayma.