LA PAZ, Bolivia, 29.06.2023, (JA).- Después de 13 años de periodismo independiente, el diario Página Siete determinó cerrar sus puertas este jueves 29 de junio. Según el presidente del directorio de esta empresa, Raúl Garafulic, la asfixia económica ejecutada por el Gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) fue la principal causa para que este medio suspenda sus ediciones.

«El partido de Gobierno bloqueó sistemáticamente la pauta publicitaria para el periódico, pese a que ella se financia con recursos de todos los bolivianos. Incluso presionó a empresas privadas para que no publiquen sus avisos en Página Siete”, reveló Garafulic en su artículo titulado “Fin del camino”.

El cierre del diario Página Siete eleva el número de bolivianos desempleados en el país ya que esta empresa contaba en sus mejores tiempos entre 50 y 200 trabajadores y 70 en el momento del cierre definitivo este jueves. Sin embargo, el auge del Internet, la llegada de la pandemia del Covid-19 sumados al ataque constante del régimen gubernamental vigente terminaron por cerrar el medio impreso.

«La pandemia de COVID cambió los hábitos de lectura de noticias de la gente, generando una fuerte caída en la venta de periódicos impresos, lo que disminuyó nuestros ingresos.  La crisis económica del país redujo el presupuesto publicitario de muchas empresas, lo que redujo el flujo financiero del periódico. Y, para colmo, el precio internacional del papel y otros insumos de impresión se incrementó por efecto de la guerra en Ucrania», señala Garafulic, entre las causas.

Sin embargo, entre las principales causas por las que el diario impreso Página Siete determina cerrar su edición están, el hostigamiento del gobierno del MAS; las constantes sanciones económicas aplicadas por el gobierno «socialista» de Evo Morales y Luis Arce; procesos judiciales si causa, congelamiento de cuentas bancarias y el embargo de bienes, entre otras agresiones del poder político.

«El oficialismo puso en marcha una estructura de hostigamiento público por redes sociales contra el periódico que hasta hoy está impune. Auditorías y multas recurrentes de una diversidad de instituciones del Estado se ensañaron año tras año contra Página Siete, mientras nuestros competidores de línea oficialista fueron tratados con guante blanco. El acoso judicial infundado derivó en el bloqueo de mis cuentas bancarias y el embargo de mis bienes, lo que limitó mi capacidad de acción», revela Garafulic.

El ejecutivo de Página Siete revela que la empresa «recientemente, intentamos conseguir una capitalización importante que nos hubiera permitido salir adelante, pero a último momento los inversores dieron un paso al costado por temor a represalias políticas» provenientes del régimen izquierdista boliviano.

Son 70 los empleados que desde hoy engrosan el ejército de desocupados en Bolivia con la suspensión de las publicación de Página Siete. Los periodistas del periódico relatan que fue duro el trabajo comprometido con el periodismo independiente. Recuerdan que han trabajado siete meses sin cobrar su salario, sostenidos por el ideal de que Página Siete no cierre sus servicios a la comunidad.

“Ahora nos queda esperar unidos que se cumpla el compromiso asumido por la parte ejecutiva para que se paguen nuestros salarios y beneficios sociales, porque no somos solamente nosotros, son nuestras familias las que se unieron a este sacrificio”, señala la carta publicada por los trabajadores este jueves.

Con el cierre del diario Página Siete, quedó afectada la democracia en Bolivia, manifiesta la presidenta de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB), Zulema Alanes, quien calificó la jornada de este jueves como un día muy oscuro para el periodismo y la libertad de prensa en Bolivia.

«El cierre de un periódico, el cierre de un medio de comunicación en Bolivia no es una buena noticia para la democracia. Ha cumplido un papel muy importante en investigaciones periodísticas que han permitido develar graves problemas en materia de corrupción a nivel de las esferas estatales y, es eso lo que ha incomodado al Poder, son esa las circunstancias que han derivado en estos ataque sistemáticos», dijo Alanes.

Según el representante de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), Jorge Carrasco, la causales del cierre de Página Siete, descrito por sus ejecutivo, también lo sufre otros medios independientes de Bolivia, que sobreviven a la asfixia económica ejecutada por el gobierno socialista del MAS desde el año 2006.

“Desde la ANP venimos alertando que está vigente un esquema orientado a silenciar la palabra libre de periodistas, y de medios que atraviesan la mayor crisis como efecto directo de prácticas excluyentes de la publicidad estatal y permanente hostigamiento a través de entidades recaudadoras”, expresó Carrasco que representa a los principales diarios bolivianos.

“La política agresiva y cerco financiero contra los pocos medios independientes ya tiene dos víctimas”, acotó el presidente de la Asociación Nacional de la Prensa, porque en enero de 2016, también cerró actividades el diario La Prensa como efecto de las políticas gubernamentales que terminaron asfixiando al matutino

“¿Cómo vive un país sin prensa independiente? Los periodistas de Página Siete batallamos hasta el último momento para seguir formando parte de este lado de la balanza, conscientes de que el otro lado cobra más peso cada día. Los medios independientes contribuyen a formar ciudadanos críticos que fortalezcan las sociedades democráticas y siempre apostaremos a ellos”, señalaron los periodistas.

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