La reunión de Mercosur, desarrollado en Santa Fe, Argentina, concluyó con una declaración dividida sobre la crisis humanitaria que afecta a Venezuela.
El Gobierno de Tabaré Vázquez se negó a firmar una declaración que condenaba al régimen de Nicolás Maduro.
Para conseguir un consenso entorno al documento, el Gobierno uruguayo forzó a cambios radicales al documento inicialmente elaborado por Argentina y Brasil.
El primer borrador que recibieron los diplomáticos uruguayos era contundente, condenaba al régimen de Maduro, decía que un gobierno ilegítimo y señalaba que lo que existía en Venezuela era una dictadura.
El documento fue leído por el canciller Rodolfo Nin Novoa, quien se negó a firmarlo, por lo que se procedió a “suavizar” su contenido.
Al final se logró consensuar un documento “tibio” sin la contundencia requerida para obligar a Nicolás Maduro a convocar a unas elecciones transparentes que permita anticipar un cambio en Venezuela.
La Declaración final fue firmada por Chile, Colombia, Ecuador, Suriname y Guayan, así como por Brasil, Argentina y Uruguay.
El documento reconoce el “severo deterioro de las condiciones de vida del pueblo venezolano” y subraya la necesidad de “continuar coordinando esfuerzos a fin de dar respuestas integrales para atender la crisis migratoria, humanitaria y social que vive ese país, preservando la dignidad y los derechos fundamentales de los venezolanos”.
Los países firmantes respaldaron el Informe presentado por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que sostiene que la crisis ha forzado a más de 4 millones de venezolanos a emigrar en busca de mejores condiciones de vida.
Sin embargo, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, de Argentina, Mauricio Macri y Mario Abdo Benítez de Paraguay, aprovecharon sus discursos en la sesión para fustigar con dureza a Nicolás Maduro y respaldar a Juan Guaidó.
Macri reconoció a la Asamblea Nacional y al presidente encargado Juan Guaidó. Mientras que Bolsonaro aseveró que en el Mercosur no había cabida para “régimenes autoritarios” y que Brasil no quería una “patria grande”, sino como dice Donald Trum, una América grande” y que cada país fuera “autónomo y democrático”.
“¿Cómo puede un país tan rico como Venezuela llegar al punto que llegó?, Se sabe cómo nació: del proyecto de poder de un partido que no tenía límites. Casi hundieron a Brasil en ese populismo”, fustigó Bolsonaro. Mientras que Abdo Benítez se solidarizó con el pueblo venezolano que sufre la crisis humanitaria.
El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez fue el único que optó por no mirar el sufrimiento del pueblo venezolano. En su discurso él prefirió centrarse en los beneficios de la firma del acuerdo con la Unión Europea tras más de veinte años de negociaciones porque los “hechos concretos pueden decir más que las palabras”.
La reunión concluyó con la lectura del documento y el traspaso de la presidencia pro témpore del bloque a Jair Bolsonaro.